lunes, 24 de julio de 2023

5:00 am

Una cadente melodía sonaba a lo lejos mientras sus largos brazos la rodeaban, podía sentir el calor cerca de su cuerpo. Su respiración era lenta, siguiendo al paso de la noche.  

Poco a poco tomaba consciencia del momento. Abriendo sus ojos rodeados de pestañas y sueños.  

Girando un poco su nuca se encontraba su cabello oscuro, confundiéndose con la oscuridad. Llamándola con su olor tan característico. Era algo así como, una mezcla de gel y Carolina Herrera 212, que con el pasar del tiempo se volvía más tenue, pero aquel día parecía resaltar. 

Probablemente era aquella sensación de paz que se percibía en el aire,  de seguridad o de eso que llaman amor.

Lo cierto es que eran las 5:00 am de un lunes por la mañana, casi cualquiera, casi cotidiano, sin embargo estaba él y con ello se rompían los días de la semana. El pasado y el futuro. Para dar lugar al aquí y ahora. 

Descubriendo la contemplación del mundo, en la punta de su dedo gordo, en el aire que salía por su nariz, calido y quedo o en la forma de sus pestañas, largas y oscuras que tocaban su blanca piel.

Ella sentía amor...